La secuoya costera (Sequoia sempervirens) es una especie icónica de la costa del Pacífico. En las condiciones adecuadas, estos son los árboles más altos del mundo, con una altura de más de 300 pies y estabilizados por raíces muy extendidas. Aunque no tienden a crecer tanto en las áreas urbanas, los árboles jóvenes aún crecen de 3 a 5 pies por año y necesitan mucho espacio para crecer hacia arriba.
Los árboles jóvenes tienen ramas densas y una elegante forma de pirámide. Las hojas tienen forma de aguja y se extienden planas a ambos lados de las ramas caídas y ramificadas. La hermosa corteza roja es fibrosa y triturada, lo que brinda una textura visual interesante y un material suave para anidar para aves y pequeños mamíferos. Las aves encuentran refugio en el denso follaje, las ardillas anidan en las cavidades y los insectos y anfibios hacen sus hogares en las ramas cubiertas de musgo.
Estos grandes árboles requieren mucha agua para mantenerse saludables. Se desarrollan mejor (y crecen más) en áreas húmedas protegidas del viento, y prefieren suelos profundos, húmedos, ácidos y bien drenados. Plante estos magníficos árboles lejos de estructuras y líneas eléctricas donde tengan espacio para alcanzar su glorioso tamaño de manera segura.
Requisitos de luz: Pleno sol y sombra parcial
Requerimientos de agua: Húmedo
Facilidad de cultivo: Fácil de cultivar
Tasa de crecimiento: Rápido
Spreads: No
Apoyo a la vida silvestre: Aves o Mamíferos
Altura adulta: 150 pies (en áreas urbanas/interiores)
Ancho maduro: 50-100 pies